Joyas dentro de joyas
Detrás del brillo de una gema perfectamente colocada, hay un arte milenario que exige precisión, paciencia y una sensibilidad extraordinaria: el engastado de joyas. A menudo pasado por alto por quienes solo observan el resultado final, este proceso es, en realidad, el alma técnica de cada pieza de alta joyería. Sin un buen engaste, la belleza de un diamante o una esmeralda no puede brillar con todo su esplendor.

El engastado de joyas es una de las disciplinas más refinadas dentro de la joyería, un proceso donde técnica y estética se entrelazan para dar vida a piezas que perduran en el tiempo. Esta guía completa de engastado en joyería está pensada como una inmersión en ese universo minucioso donde cada piedra encuentra su lugar perfecto. Desde los engastes más clásicos, como el de garra o bisel, hasta otros más modernos como el invisible o el de tensión, cada técnica tiene su lenguaje, su propósito y su encanto propio.
Además de su valor estético, el engaste cumple una función esencial: proteger la gema y potenciar su brillo natural. Entender los distintos métodos y lo que cada uno aporta a la pieza no solo enriquece la apreciación de las joyas con piedras preciosas, sino que permite elegir con criterio y sensibilidad.
El engastado de joyas es la técnica mediante la cual se fijan todos los tipos de piedras preciosas al metal de la joya, de forma segura y armoniosa. Más que una simple sujeción, se trata de una alianza entre la gema y el diseño, una fusión donde la piedra queda integrada sin perder protagonismo ni sufrir daño.
Un buen engaste protege, realza y da vida a la piedra. No se trata solo de sujetar diamantes certificados o zafiros: es esculpir un entorno perfecto para que la luz juegue con sus facetas, multiplicando el fuego interno de cada gema. Esta técnica requiere no solo herramientas específicas, sino también una destreza casi quirúrgica, capaz de manipular milímetros sin alterar la pureza de la creación.
Existen múltiples técnicas de engastado, y cada una responde a un estilo, una intención estética y una necesidad técnica concreta. A continuación te explicamos cuáles son las más utilizadas y todas sus características:


También conocido como pavé, este estilo de engastado de joyas coloca múltiples piedras pequeñas muy juntas, fijadas por diminutos granos de metal que las sujetan. El resultado es un efecto de alfombra de luz, muy utilizado en anillos de boda, relojes de oro y piezas que se han diseñado con un gran brillo superficial.
Un verdadero prodigio técnico. Las piedras se colocan una junto a otra sin que se vea el metal, creando una superficie continua de esmeraldas, turquesas o cualquier tipo de gemas. Es un método complejo que requiere piedras cortadas con precisión milimétrica. Su efecto visual es hipnótico y de una sofisticación extrema.
Las piedras se colocan entre dos rieles metálicos paralelos, sin grapas visibles. Muy usado en pulseras de diamantes y todo tipo de anillos de lujo, este tipo de engaste proporciona un estilo muy moderno y ordenado, además de una excelente sujeción sin restar protagonismo al conjunto.
Una técnica contemporánea que parece desafiar la física: la piedra queda “suspendida” entre dos extremos del metal, como flotando en el aire. Requiere una ingeniería perfecta, ya que la tensión debe ser precisa para mantener la piedra firmemente en su sitio. Cada vez se usa más en colgantes de diamantes y anillos.


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